sumisa

Mujer Sumisa

En la penumbra de un hogar callado,
donde susurros corren de rutina,
ella camina, paso delicado,
en la sombra que su amo determina.

Con ojos de luna y voz de suspiro,
horizonte de sueños a medias,
su alma ofrece un amor sincero,
en el eco de viejas tragedias.

Las risas que su voz nunca suelta,
las manos que en silencio aplauden,
un corazón que el viento en vuelta,
mientras las sombras nunca se ablanden.

Mujer de valentía disfrazada,
bajo el manto de una calma tensa,
en su pecho lleva la balada
de un grito que lucha y se condensa.

Sumisa, la llaman quienes no ven,
la fuerza que emana de su ser,
pues en su entrega hay un poder
que el tiempo no puede romper.

Pese al hombre que impone reproche,
en la danza del día y la noche,
su espíritu libre busca destinos,
mujer de mil rostros, mil caminos.

Cuerpo presente y resistencia ausente,
es guardiana de un amor funesto,
augurios de posible explosión latente,
una lucha que no desafía lo impuesto.

Así, en su viaje por la vida,
la mujer sumisa no es solo ruego,
es fuerza, profundidad herida,
un poema, un alma en despliego.
D E J A M E  P A R T I R!

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